sábado, 29 de mayo de 2010

UN DOCUMENTO DE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA EN BENICARLÓ Y PEÑÍSCOLA






En esta 3ª evaluación los alumnos del Taller del Geógrafo y del Historiador hemos transcrito el documento que aparece sobre estas líneas. Se trata de un informe datado en 1811, del Gobernador del castillo de Peñíscola al Ministro de la Guerra sobre un ataque realizado por las tropas españolas a las tropas francesas acantonadas en Benicarló y que trataban de dirigirse hacia Valencia.
Además de en este documento hemos estado trabajando en la búsqueda de información sobre la Guerra de la Independencia en Benicarló y Peñíscola, que poco a poco iremos poniendo en el blog.

La transcripción del documento es la siguiente:


31 de diciembre de 1811

Valencia. Sitios 2º ejército.


Comunicación del gobernador de Peñíscola al Ministro de la Guerra en que manifiesta el brillante resultado de una salida ejercitada el 31 de diciembre contra las fuerzas francesas de Benicarló y puntos intermedios fortificados con el objeto de que no ayudasen con tropas al asedio de Valencia.

Tiene la fecha del primero de enero de 1812.


Excelentísimo Señor.


Con el objeto de impedir al enemigo y para que no se desprendiese de las fuerzas que pudiera enviar en socorro del ejército que sitia Valencia determiné atacar el pueblo de Benicarló. Al efecto cubierta la noche del 30 puse la guarnición de esta plaza sobre la armas y a cosa de las 9 salí con 200 hombres del Tercer Batallón de Orihuela al mando de Don Isidro Monzábal, y con 30 dispersos a la orden de Don Juan Bayona del 3º de Cazadores de Valencia; con estas fuerzas me dirigí hacia la Casa Blanca, donde dispuse que el segundo capitán del Orihuela Don Pedro Molina con 30 hombres de su cuerpo se encaminase al fuerte llamado del Teyxonet, que debía atacar al tiempo mismo que el teniente Bayona con los dispersos, y el capitán de artillería Don Rafael Serra con otros 30 de su cuerpo lo hacían a Benicarló. Igual número tenia a sus ordenes el 2º Cap. el mismo Don José Peiró que a esta sazón debía penetrar por los almacenes de la orilla del mar e introducir en el pueblo por la parte opuesta una guerilla, para que viéndose el enemigo amenazado por todos los puntos, y a un mismo tiempo no comprendiese el principal objeto de mi plan. Con el resto de las tropas me adelanté hasta la última revuelta en donde coloqué a Monzábal en una posición ventajosa y a propósito para sostener las operaciones en las expresadas partidas. En ese caso me avisó Bayona que el enemigo había en aquel anochecer aumentado las tropas con 300 infantes y 90 caballos, de los que parte custodiaban un convoy: mas no por eso desistí del intento mandando seguir adelante. A las 11 de la noche rompieron el fuego los dispersos contra la avanzada enemiga sorprendiéndola como se intentaba. El Capitán Serra se adelantó igualmente y colocó su tropa en la bocacalle del pueblo, y mandó a su segundo Don Juan Bautista Cortés, y al subteniente Don Gerónimo Milagros, que avanzasen hasta la plaza e inmediaciones del convento en donde estaban fortificados, lo que verificaron con exactitud rompiendo un vivo fuego de fusilería. A este tiempo Peiró atacaba por la parte del mar y el sargento 1º Don Antonio Guil, comparecía la alarma por la opuesta como se le tenía prevenido. El enemigo acometido por Molina en el Teisonet lo abandonó cobardemente. El fuego se hizo bien pronto igual en todos los puntos, y el desorden y confusión de los franceses como se esperaba, cuando recibí un parte de que nuestras tropas se habían apoderado dentro del mismo Benicarló de 1500 cabezas de ganado, las que mandé conducir hacia esta Plaza, y que toda la tropa se retirase sosteniendo la prisa, puesto que veía cumplido en todas sus partes el plan que me había propuesto, ésta se verificó con el mayor orden y serenidad. Los enemigos irritados de verse atacados en sus mismas fortificaciones y por fuerza que ellos sabían cuan escasas debían ser, nos cargaron en la retirada con Caballería e Infantería; pero recibiéndolos la tropa que quedaba con Monzábal con una descarga cerrada los obligó a huir vergonzosamente aumentándoles el temor la trompeta que al intento mandé al pregonero tocase por la Playa. En esta forma y con el orden que puede admirarse en una parada, llegamos a la ciudad con la prisa a la una de la mañana. Los oficiales y tropa que se han hallado en ésta gloriosa acción se han portado con la mayor bizarría. Por mi parte estoy sumamente satisfecho pues que poco más de tres hora han bastado para dar principio y fin a esta importante expedición. No recomiendo a ninguno en particular porque sería injusto preferir unos a otros, según el ardor con que todos a porfía ansiaban las ocasiones de distinguirse. Nuestra pérdida ha consistido en sólo dos muertos, la del enemigo ha sido de mucha consideración aunque no puedo detallarla porque la noche no me permitió reconocerlo, y hasta al hora no ha dejado salir ningún paisano de Benicarló, que pudiera darme noticias más circunstanciales, despechado según tengo entendido de que 200 españoles han humillado y abatido hasta tal punto el orgullo de mas de 800 de los pretendidos invencibles. La ciudad y todo el partido se llenaron de entusiasmo y se complacen de ver que enmedio de las desgracias que sufren por la opresión de esos bandidos procuramos vengarles con frequentes y temibles represalias.

Dios guarde a Vuestra Excelencia muchos años.


Peñíscola 1º de Enero de 1812.

Excelentísimo Señor Pedro Garcia Navarro


Excelentísimo Señor Ministro de la Guerra