Charlotte Corday
nació en 1768, por lo que tenía 25 años durante
la época del TERROR.
Charlotte Corday.
El año 1793, el
Rey Luis XVI había sido guillotinado, gracias a las presiones de Marat,
miembro destacado de la facción más extremista de la revolución, quien era
amado por los sectores más humildes como detestado por la aristocracia y la
burguesía a la que atacaba desde su periódico.
Corday, desde una edad temprana había sentido admiración por el movimiento
girondino, más conservador y orientado hacia una monarquía. Es por tanto que veía
en Marat, quien en esos momentos triunfaba en París, a uno del los líderes
jacobinos.
Marat, por su parte, disfrutaba de pleno reconocimiento y sólo una molesta enfermedad de la piel que le
causaba grandes picores que solamente podía calmar sumergiéndose en una bañera
con infusiones, parecía enturbiar su situación. Es desde esa bañera,
donde Marat escribía la mayoría de artículos que solía publicar en su periódico
"L'Ami du peuple".
El 13 de Julio de 1793, Marat recibió dos cartas de Corday, en las cuales
afirmaba ser una mensajera con información de la gente que era
antirrevolucionaria. Sin embargo, la
falta de respuesta por falta de éste provocaron que Corday se personara
finalmente en su domicilio.
Marat era tan liberal que decía que lo suyo era de todos y dejaba la puerta de
su domicilio abierta. La mujer autora de las cartas se encontraba en su casa,
ella lo encontró tomando uno de sus frecuentes baños.
Marat rápidamente tomó papel y pluma y se dispuso a anotar los nombres de los
girondinos contrarrevolucionarios prometiendo
que serían guillotinados al día siguiente.
Fue en ese momento, cuando Charlotte, sacó de entre sus ropas un cuchillo que
acababa de comprar en una tienda de al lado y se lo clavó a Marat con desmesurada fuerza en el pecho. La
puñalada fue tan certera que Marat falleció casi en el acto.
Corday fue apresada poco tiempo después, y
guillotinada el 17 de Julio, tan solo 4
días más tarde del asesinato.
La Muerte de Marat, obra de Jacques-Louis David. |
En lo que respecta a Marat, su
asesinato le elevó a la categoría de mártir entre las capas más pobres
de la sociedad y provocó la ejecución de numerosos cargos girondinos acusados
de traición. De este modo su poder, pese a estar muerto aumentó logrando así
más que con sus numerosos artículos.
Más allá de las repercusiones históricas, la ejecución de Charlotte tuvo una
curiosa consecuencia. Se cuenta que tras ser guillotinada, el auxiliar del
verdugo tomó la cabeza de Corday y como muestra de desprecio le propinó una
bofetada.
ANDREU CORNELLES CASTELL 4ºA
No hay comentarios:
Publicar un comentario